La creación musical

Cuando creo una canción la sensación que tengo no es la de crear algo de la nada. La sensación que tengo en esos momentos, es que la canción ya existe y que la estoy descubriendo poco a poco. Al escuchar una canción que me pone los pelos de punta, pienso que no es posible que esa melodía no haya existido antes. Es imposible.

La música existe. Siempre ha existido y siempre existirá. En todas sus formas, sin excepción. El milagro está en capturarla y hacerla tuya. Cada uno capturamos lo que podemos o lo que percibimos, bien por nuestro estado de ánimo, nuestras capacidades, aptitudes y talento. De alguna manera se nos permite tener acceso a ese mundo mágico y eterno, por un instante, para disfrutar de él y para llevarnos algo bonito que nos fortalezca el espíritu.

Estos últimos meses me he propuesto capturar lo que le pertenece a mi alma. He descubierto canciones preciosas, más o menos tristes, mejores o peores para quienes las oigan, pero únicas para mí, porque salen de mí, son parte de mí. Y lo mejor de todo es que me estaban esperando para ser capturadas. Hay muchas más revoloteando por el aire. Ayer mismo di con una nueva canción. Se me mostró sin más. Estoy convencida de que será magnífica.

La música es en cierto modo como el alma. Siempre ha existido y siempre existirá. Es pura energía. Cuando pienso en la vida y en mi propia existencia, me resulta inaceptable el hecho de reconocer la muerte como un final absoluto y el nacimiento como un comienzo único. Es probable que mi cuerpo desaparezca pero me niego a creer que el ser que está en mí, que siente, que piensa, que vibra con una fuerza infinita, este ser que es un auténtico milagro eterno, lleno de luz y de amor sin límites, deje de existir o que en algún momento anterior a mi nacimiento no haya existido. Es imposible.

Como dice Bryan Weiss, qué mas da que sea cierto o no si funciona...